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marzo 7, 2016

Palabras de la Embajadora de Los Estados Unidos en Nicaragua, Laura Dogu

En el Día Internacional de la Mujer

Managua, 7 de marzo del 2016

Es un placer estar aquí con este grupo entusiasta de estudiantes, académicos e invitados especiales. Mañana,  8 de marzo, es el Día Internacional de la Mujer y celebramos el 105 aniversario de este importante día.

La creación del Día Internacional de la Mujer tiene su origen en las actividades de los movimientos laborales que tuvieron lugar a inicios del siglo 20 en Norteamérica y Europa. En sus inicios, este día rendía tributo al movimiento por los derechos de las mujeres, incluyendo

  1. la lucha por el derecho al voto
  2. por la posibilidad de desempeñar cargos públicos
  3. y terminar con la discriminación en los centros de trabajo.

En la actualidad el día es observado

  1. como un momento para reflexionar sobre el progreso logrado, y
  2. para demandar cambios y rendir tributo a los actos de coraje y determinación de aquellas mujeres que han hecho la diferencia en sus comunidades y países.

Y tenemos mucho que celebrar. En Nicaragua es evidente que las mujeres juegan un papel sumamente importante en la sociedad.  En el ámbito político, las mujeres han sido y continúan siendo, participantes activas. Hace 26 años, Violeta Barrios de  Chamorro se convirtió en la primera mujer presidente en el hemisferio, algo que aún no hemos logrado en los Estados Unidos.

Las mujeres juegan también un papel prominente en el sector de organizaciones sin fines de lucro. Sin embargo, un área donde Nicaragua aún está bastante rezagada, con respecto a un mundo también bastante rezagado, es el empresarial. Esto es algo que percibo a diario a través de mi trabajo en Nicaragua.  No puedo decir cuántas veces me he sentado a una mesa en la que yo soy la única mujer.  Esto es más evidente cuando comparto una mesa con dueños de negocios. ¿Saben cuántas mujeres están en el COSEP, en  FUNIDES o en AMCHAM? No les puedo dar una cifra específica, pero les puedo asegurar que no hay suficientes.

El mes pasado, leí un estudio realizado por el COSEP que indica que la representación femenina en las empresas en Nicaragua es abismalmente pequeña.  Las microempresas son las campeonas con un 30% en manos de mujeres. Eso no llega ni a cerca del 50%, pero es superior al 10% en el caso de los pequeños negocios y del 8% de las medianas empresas. El dato más decepcionante de ese estudio es que las mujeres se encuentran casi ausentes en las grandes empresas — en menos del 1% (uno) de las grandes empresas en Nicaragua las mujeres son las únicas propietarias. Las cifras mejoran cuando se toma en cuenta la posibilidad de la propiedad compartida, pero están aún lejos de ser igualitarias.

¿Se han preguntado alguna vez por qué es importante la participación de las mujeres en los negocios? Casi nunca transcurre un día sin que yo lea algo sobre la falta de igualdad de género en los negocios en el mundo. El Foro Económico Mundial estima que en las proporciones actuales la igualdad de género en los negocios se podrá lograr hasta en el año 2,133. Es decir, hasta dentro de 117 años.

Ustedes  han escuchado a actrices haciendo esta demanda en la ceremonia de los Óscars, en donde a las actrices se les pregunta sobre su vestuario mientras que a los actores sobre su papel en las películas. Escuchan a líderes mundiales hablar del tema. Es un asunto tan importante que fue escogido como el tema para el Día Internacional de la Mujer de 2016. Y la gente está hablando de esto también en Nicaragua. Va más allá que solo desear un ambiente igualitario para las mujeres. Es mucho más que sentir que las mujeres merecen oportunidades económicas y luchar por sus sueños. Al nivel más básico, si las mujeres no participan en la economía, el potencial de producción de un país se reduce a la mitad. Además, las mujeres representan casi dos tercios del gasto de consumo a nivel mundial.

Las mujeres también tienden a invertir la mayor parte de sus ingresos en la educación de sus familias, propiciando de esa manera un crecimiento inclusivo. Algunos estudios revelan que un mejor equilibrio de género en las juntas directivas, eleva el valor de las  acciones y mejora el desempeño financiero. Un mejor balance de género en las posiciones de liderazgo,  mejora en general el desempeño de las organizaciones. Por éstas razones es que estoy aquí hablando con ustedes el día de hoy y es la razón por la que la promoción de la igualdad de género es un componente fundamental de la política exterior de los Estados Unidos.

Creo que estamos de acuerdo en que la participación de las mujeres en los negocios es importante y que, también, tenemos un problema. Continuando con la siguiente interrogante – ¿Por qué tenemos este problema y qué podemos hacer al respecto?  Si vivimos en una sociedad donde las mujeres son respetadas, donde tenemos oportunidades, donde podemos acceder a la educación, ¿Por qué están las mujeres todavía ausentes en el sector empresarial?

¿Por qué están las mujeres recibiendo todavía menores salarios que los hombres por realizar el mismo trabajo?  Éste es un problema que enfrentamos aquí y en los Estados Unidos. Hoy deseo hablar de los factores subyacentes y de algunos de los cambios que podemos empezar a implementar aquí mismo- tanto mujeres como hombres- para un mayor beneficio de la sociedad. ¿Quién aquí ha escuchado hablar del término “prejuicio inconsciente”?  Esto se refiere a un prejuicio del cual no estamos conscientes y que ocurre fuera de nuestro control.

Éstas son las inclinaciones ocultas que conforman la cosmovisión en la mayoría de las personas. Estos pensamientos inconscientes pueden determinar qué tan acogedor y abierto es el lugar de trabajo para diferentes personas e ideas; y casi siempre resulta en discriminación laboral. ¿Cuáles creen Ustedes que son algunos de los prejuicios inconscientes en detrimento de las mujeres en el sector empresarial de Nicaragua?  Algo que personalmente creo que tiene un efecto es la magnitud de la cosificación de las mujeres.

Algunos periódicos que recibo tienen  muchas mujeres escasamente vestidas en sus páginas, mientras que las historias sobre los hombres tienden a enfocarse en su éxito empresarial. A menudo veo a chicas bonitas vestidas en faldas cortas en las inauguraciones y otros eventos cuyo propósito para  estar ahí es exclusivamente lucir bonitas. ¿Por qué no hay hombres guapos?

¿Creen ustedes que sería difícil dar el salto de utilizar a mujeres como objetos de atracción, a verlas dirigiendo una compañía multimillonaria? Es un hecho bien documentado que las actitudes y conductas asociadas con los hombres en el poder son consideradas negativas o hasta defectos de carácter, cuando son mostradas por las mujeres.

A esto se le llama el “doble rasero”.  Es la noción de que si las mujeres actúan de manera femenina, no serán percibidas como líderes y si actúan de manera más tradicionalmente masculina, no gustarán. Algo interesante acerca de los sesgos inconscientes es que son propagados tanto por mujeres como por hombres.

La buena noticia acerca de estos prejuicios, sin embargo, es que los podemos cambiar.  Requiere tiempo y esfuerzo, pero todos y cada uno de nosotros tenemos la habilidad y la responsabilidad de  analizar nuestras nociones preconcebidas. Solamente estando conscientes de nuestros propios prejuicios, y los de nuestra comunidad y centros laborales, podremos empezar a combatirlos a nivel organizacional. ¿Quién sabe quién es Sheryl Sandberg? ¿Algunos de ustedes ha leído su libro?

Sheryl Sandberg es la actual Directora de Operaciones de Facebook y la primera mujer miembro de la Junta Directiva. En 2013, escribió un libro que tuvo impacto en las empresas estadounidenses, aulas de clase y hogares. El libro se llama Vayamos hacia Adelante (Mujeres, Trabajo y la Voluntad de Liderar) o Lean In en Inglés y trata sobre lo que las mujeres podemos hacer para cerrar la brecha de género. ¿Su consejo? “Avanzar”, lo que significa “desafiar los estereotipos inclusive tu propia zona de confort para lanzarte hacia adelante”. No permitir que tus propias presunciones acerca de lo que eres capaz de hacer te impidan que te esfuerces por conseguir empleos y salarios de primer nivel.

Voy a concluir haciendo eco de algunas de sus sugerencias. A los hombres en el público: esto puede sonar como que no les concierne.  Les puedo asegurar, sin embargo, que sí les concierne. Les concierne como líderes empresariales que están conscientes de sus propios prejuicios y que se esfuerzan por lograr un ambiente laboral saludable e igualitario. Les concierne como esposos, que saben que solo a través del compartir los deberes del cuido de los hijos y del hogar, puede la esposa o la compañera tener una oportunidad justa de alcanzar el éxito profesional. Les concierne como padres de familia que quieren para sus hijos iguales oportunidades y que vivan en una sociedad que los beneficie a partir de la plena participación de todos sus miembros. Y algunos de ustedes pueden encontrar algunos de estos consejos aplicables a sí mismos.

Primero: Estén abiertos a correr riesgos profesionales-

¿Sabían que los hombres solicitan un empleo si piensan que reúnen el 60% de los requisitos mientras que las mujeres lo hacen solo si piensan que reúnen la totalidad de los requisitos? Ahora, ¿quién tiene mayor probabilidad de obtener ese empleo — el hombre que lo solicita o la mujer que no lo hace?

En su primer capítulo, Sandberg pregunta: ¿Qué harías si no tuvieras miedo? Las mujeres tienden a sub-estimar su rendimiento, mientras que los hombres tienden a sobreestimar el de ellos. Entonces, mi consejo para ustedes es- cuando vayan a una reunión y se sienten inseguras, recuérdense así mismas que se han ganado ese puesto. Tomen asiento en la mesa y no atrás, levanten la mano y sorpréndanse a sí mismas.

Luego: Defiéndanse y defiendan a otros. 

Como ya mencioné, no intentamos hacerlo, pero caemos en la trampa de la brecha de la igualdad de género que deja en desventaja a las mujeres. La buena noticia es que con esta conciencia viene un sentido de justicia y unos pequeños ajustes pueden hacer la diferencia. Se pueden reconfortar a sí mismas con el hecho de que el prejuicio no es personal, tienen que aprender a tener la piel gruesa y avanzar rápidamente.

Las mujeres pueden unir esfuerzos  y defenderse mutuamente. Cuando respaldan las buenas ideas de otras mujeres o realzan sus logros, ambas se benefician. Si oyen que llaman a una mujer “agresiva” o “desagradable”, averigüen exactamente lo que hizo y pregúntense, “¿Tendrías la misma reacción si un hombre hubiera hecho lo mismo?”

Finalmente: Haz de tu compañero un verdadero compañero. En palabras de Sandberg, “Un mundo realmente igualitario ocurrirá cuando las mujeres gobiernen la mitad de nuestros países y los hombres administren la mitad de los hogares”. Ella menciona que la decisión profesional más importante que vas a tomar es si tener o no un compañero de vida y quién será ese compañero. Si escoges a alguien que esté dispuesto a compartir las cargas y alegrías de tu vida personal, podrás llegar más lejos.

Algunos trabajos de investigación revelan que aquellas parejas que dividen las responsabilidades de cuidar a los hijos y el trabajo del hogar de manera equitativa tienen tasas más bajas de divorcio y que los hijos con padres involucrados tienen un mejor rendimiento social, académico, y hasta profesional. Y si eso no es suficiente, ¡también son más felices! ¿Sabían que el hombre más rico del mundo, Bill Gates, lleva a sus niñas a la escuela?

Las animo a encontrar a alguien que quiera a una compañera en igualdad de condiciones – y eso significa hacer la mitad del trabajo en casa.

Hay un maravilloso comercial que se exhibe en la India ahorita que aborda este tema desde la perspectiva de un padre que al ver a su hija, ya mayor, se da cuenta de que su propia conducta en el hogar cuando era una niña, contribuyó a que ella, ya siendo profesional, asumiera la total responsabilidad del hogar. Al ver esto, él se da cuenta que no es tarde para cambiar y ayudar a su esposa en el hogar.

No es tarde para ser un buen ejemplo. Si no han visto este comercial, lo pueden encontrar en Youtube buscando Share the load Ariel. Este comercial inició un debate mundial con el hashtag Share The Load y pueden participar en este debate desde Nicaragua. Por supuesto, hay muchas ideas más en este libro y otros, pero sería imposible analizarlas todas. Los dejaré con un pensamiento final.

Empiecen a construir redes. Sé que hay muchas mujeres en grupos empresariales en Nicaragua y son increíbles. Apenas este fin de semana, asistí al evento de mentores de Voces Vitales donde tuve la oportunidad de asesorar a una joven muy talentosa y empresaria nicaragüense, pero lo mejor fue lo que yo también aprendí de ella.

También he participado en muchas actividades organizadas por REN, la red de mujeres empresarias, quienes se están apoyando mutuamente para iniciar y expandir sus negocios. Pero ustedes pueden empezar su propio grupo. A partir del libro de Sanberg, empezaron a surgir pequeñas redes de mujeres por todas partes. Son llamadas Círculos de Avance y la idea es apoyarse mutuamente en metas profesionales y de otro tipo. Existen actualmente más de 26,000 Círculos de Avance en 140 países en todo el mundo. Pero no hay uno activo aquí en Nicaragua. ¿Porque no?

Pueden visitar el sitio web leanincircles.org para crear un grupo de Nicaragua. Quizás sea con sus compañeras de clases, tal vez con sus colegas de trabajo, con sus profesoras o amigas. El asunto es formar un grupo de mujeres que se apoyen mutuamente para ser lo mejor que pueden ser dentro y fuera del centro de trabajo. Cada paso, por pequeño que sea, es un paso hacia adelante,  hacia una sociedad más igualitaria. Con esto, concluyo mi presentación y creo que tenemos tiempo para algunas preguntas. También me encantaría escuchar sobre sus logros y sus ideas para mejorar la igualdad de género.

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