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julio 3, 2020

Palabras del Embajador de los Estados Unidos en Nicaragua, Kevin K. Sullivan

Celebración del Día de la Independencia de los Estados Unidos
3 de julio de 2020

Gracias Tim, y gracias a todos por unirse a esta celebración virtual del 244 aniversario del nacimiento de nuestra nación. El 2020 ha sido un año difícil para todos. El COVID-19 ha cobrado un precio terrible en nuestras sociedades y ha hecho que sea inseguro reunirnos en persona, como hacemos usualmente. En nuestra embajada igual sentimos que era importante honrar al país que amamos y destacar nuestra rica y duradera relación con Nicaragua.

El 4 de Julio es un día de gran significado para nosotros porque es la fecha que marca el inicio de nuestro extraordinario camino como nación independiente. Una nación cimentada sobre una idea simple, pero revolucionaria: que todas las personas son iguales y poseen derechos innegables, incluyendo el derecho de gobernarse a sí mismas.

Fue un proyecto increíblemente ambicioso. Si bien los Fundadores de nuestra nación nos legaron un tesoro invaluable en nuestra forma de gobierno y en nuestros principios fundamentales, ello solo constituyó el cimiento sobre los que nuevos líderes han seguido construyendo. Las generaciones subsiguientes han luchado para hacer esos ideales una realidad para todos.

El movimiento para el sufragio de las mujeres es un excelente ejemplo. Hoy todos estamos conscientes de que las mujeres hacen aportes imprescindibles en la vida democrática. Sin embargo, durante los primeros 150 años de nuestra nación, no había forma de que las mujeres pudieran hacer oír sus voces en las urnas.

En los años 1800, abogar por el derecho de las mujeres al sufragio era una propuesta radical.  La semilla del movimiento organizado fue primero plantada en la Convención de Seneca Falls en 1848, por pioneras como Elizabeth Cady Stanton y Lucretia Mott.

Gente de todos los sectores de la sociedad ―tanto hombres como mujeres― aceptaron el reto y organizaron marchas, pronunciaron discursos y abogaron ante los tomadores de decisiones para que se reconociera el derecho de la mujer al voto.  Algunos fueron víctimas de burlas, marginación, incluso el encarcelamiento. La lucha duró más de 70 años.

La adopción oficial de la 19 Enmienda de nuestra Constitución en 1920, cambió el escenario político en nuestro país para siempre. Veintiséis millones de mujeres estadounidenses podían ahora participar plenamente en nuestros procesos electorales, al igual que los hombres.

Por supuesto, la desigualdad en sus diversas formas aún persiste, no solo en Estados Unidos, sino alrededor del mundo. Mujeres de todo el planeta siguen demandando sociedades más inclusivas, en las que las voces de todas las personas puedan ser escuchadas.

Todos podemos encontrar inspiración en el coraje y determinación de las sufragistas y de todas las líderes femeninas fuertes que las han sucedido.  Amaya Coppens, de Nicaragua, es una de ellas. mujeres.  Amaya ha demostrado un valor y liderazgo excepcionales con sus esfuerzos por reinstaurar la democracia en Nicaragua, a pesar de los continuos intentos por silenciar su voz. Fue un gran honor para mi gobierno otorgarle este año el prestigioso Premio Internacional a las Mujeres de Coraje del Departamento de Estado.

Este año, Estados Unidos vio el renacimiento de otra lucha por la justicia y la igualdad. La inadmisible muerte de George Floyd en manos de un oficial de la policía, consternó a nuestra nación y desencadenó una ola de protestas alrededor del país.  Una gran cantidad de estadounidenses han marchado en ciudades de todas partes demandando que abordemos con mayor urgencia el legado persistente de racismo e injusticia.  Aunque en algunos momentos ha dado la impresión que nuestro país se estaba cayendo en pedazos, tengo plena confianza que Estados Unidos saldrá más fortalecido de esta experiencia.  Habrá justicia para George Floyd y el histórico desbordamiento popular que su muerte ha inspirado, nos impulsará a tomar mayores acciones, a todos los niveles, para hacer frente a la injusticia racial.

El derecho a la libre expresión y a la protesta pacífica son sacrosantos en Estados Unidos, así como debe serlo en toda democracia. Cuando ocurren problemas, tiene que haber una investigación independiente y justicia para los culpables.  Los Estados Unidos y otros miembros de la comunidad internacional apoyamos firmemente esos dos derechos fundamentales en Nicaragua. Su violación en el 2018 es lo que hundió a Nicaragua en la crisis política que persiste al día de hoy.

El gobierno de los Estados Unidos cree que los responsables de la violencia contra manifestantes pacíficos deben responder ante la justicia. La falta de una respuesta judicial adecuada a los abusos de los derechos humanos a dos años de lo ocurrido, habla de la necesidad de reformas profundas.

Asimismo, mantenemos nuestro compromiso de promover las condiciones para la realización de elecciones libres, justas y transparentes, con observación internacional, lo que es esencial para solucionar la crisis política de Nicaragua y permitir el retorno a la paz y la prosperidad.

Una solución política permitirá que las empresas de ambos países colaboren más y traigan nuevas oportunidades y prosperidad a Nicaragua. Nuestras economías ya están sumamente entrelazadas –los nicaragüenses fabrican partes esenciales para los vehículos ensamblados en los Estados Unidos; los ganaderos nicaragüenses alimentan al ganado con granos provenientes de los Estados Unidos y luego exportan la carne a nuestro país; y todos los días los estadounidenses disfrutamos del café y el ron nicaragüenses. El turismo y la inversión también crean vínculos importantes que unen a nuestras sociedades, aunque hoy en día se ven muy afectados por la crisis socio-política.

En nuestra Embajada seguimos trabajando para profundizar nuestra relación con el pueblo de Nicaragua. Promovemos intercambios profesionales y educativos que construyen lazos más fuertes entre nuestras sociedades y ofrecen oportunidades a jóvenes de ampliar sus horizontes. Ejecutamos programas de inglés para brindar nuevas oportunidades a los estudiantes, especialmente a aquéllos que provienen de comunidades en donde estudiar un segundo idioma estaría normalmente lejos del alcance.

La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional trabaja con organizaciones no-gubernamentales en temas de desarrollo incluyendo el fortalecimiento de los programas de capacitación técnica vocacional de varios centros del país. De esta manera mejoramos las oportunidades de empleo para jóvenes en riesgo y juntos construimos las bases para un mejor futuro.

Además, para enfrentar la pandemia del COVID-19, el gobierno de Estados Unidos aprobó un fondo de 750 mil dólares a través de USAID para fortalecer los esfuerzos no gubernamentales en áreas recomendadas por la Organización Mundial de la Salud.

Ha sido un gran placer para mí durante el último año salir de Managua y conocer nicaragüenses de casi todas las regiones y sectores.  Cada mes descubro más de la riqueza cultural y la belleza natural de su extraordinario país –desde sus montañas cubiertas de niebla en Jinotega, hasta las exuberantes vías fluviales en la Costa Caribe. Donde quiera que voy, siento el deseo de los nicaragüenses de cooperar más y conocernos mejor. Todavía hay mucho terreno por recorrer y voy a agradecer sus sugerencias sobre otros lugares que debo visitar cuando sea posible.

Gracias por su atención y, como premio a su paciencia, les voy a presentar a los invitados especiales de nuestra celebración del día de hoy, el grupo de mariachi Flor de Toloache. ¿Qué mejor manera de celebrar nuestra diversidad cultural en Estados Unidos que sumergiéndonos en los talentos del primer grupo de mariachi femenino de la Ciudad de Nuevo York? Agradezco a las integrantes del grupo Flor de Toloache, ganadores de un Latin Grammy en 2017, por ofrecernos este actuación especial — y por continuar la tradición de las mujeres pioneras.  Espero que disfruten el show!